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jueves, 10 de mayo de 2012

ECOLOGÍA EMOCIONAL




Llevamos muchos años viviendo en el planeta Tierra y nuestro mundo afectivo y la relación con el mundo externo no es demasiado equilibrada que digamos.

Tenemos muchos indicadores de ello. insatisfacción, insomnio, irritabilidad, represión, estrés, ansiedad…e  indicadores externos de desequilibrios sociales: la dichosa crisis financiera, violencia, falta de solidaridad…

Todo ello nos debe llevar a pensar que estamos realizando UNA MALA GESTIÓN DE NUESTRO MUNDO EMOCIONAL COMO DE LOS RECURSOS DE NUESTRO PLANETA.

La persona que se relaciona bien consigo misma tiene también la capacidad de hacerlo de igual forma con los demás y por su puesto con su planeta.

El abono emocional o vitaminas emocionales (afortunadamente  gratis) deben estar en nuestros días a través de:

-          Refuerzos positivos
-          Sonrisas
-          Expresiones de agradecimiento
-          Tiempos de silencio
-          Tiempos de risas
-          Tolerancia hacia al otro
-          Aceptación incondicional.

También las Leyes de la ecología emocional debemos tenerlas presentes:

1. Ley de la diversidad y riquezas de afectos. La vida natural depende de su diversidad y riqueza.

Un bosque o un jardín con gran variedad de especies que coexistan será más rico y tendrá mayores posibilidades de supervivencia que aquellos formados por una sola especie. Todos tenemos en nuestro pack emocional emociones y sentimientos variados.

2. Ley de la interdependencia afectiva. Todas las formas de vida dependen entre si.

Los seres humanos somos sistemas energéticos. Si somos egoístas con nuestra energía no conseguimos nada más que perderla. Nos hacemos a fuerza de relacionarnos con los otros, y esos intercambios nos van a permitir desplegarnos, florecer, crear y nutrirnos.


3. Todos los seres vivos y todos los recursos son limitados.

Todos los recursos de nuestro planeta son limitados (fuentes de energía, plantas, agua, especies animales….) su explotación inadecuada y su mal uso y gestión pueden provocar un desequilibrio. Lo mismo ocurre con las  personas, una mala gestión emocional provocará resultados de ira, odio, resentimiento (energías no renovables) o alegría, crecimiento, automotivación (energías renovables)

De nuestro equilibrio personal dependerá nuestro  planeta.


Fuente: la ecología emocional. Jaume Soler y Mercé Conangla.

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